Después de unos comienzos un poco difíciles, ahora los dos pequeñuelos son inseparables. Claro que cuando juegan montan un buen sarao. A Trufi parece que el ojito se le quedará un poco cerradito. A ver que pasa en el futuro.
Bueno, con mi cámara del móvil solo me salen bien las fotos cuando están dormiditos:
O comiendo:
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